Ciertamente, existen diferentes estilos de comunicación y todos tienen que ver con la forma de hablar e interactuar con otros. De hecho hay quienes no saben que la manera de comunicarse puede clasificarse en diferentes categorías según el tono y la forma en la que se transmite la información.
A su vez, está el tema de que algunos de estos estilos de comunicación son más favorables que otros. Por ello es importante identificar las características de cada uno para saber cuándo hay que frenar para intentar modificar los patrones de conducta y así adoptar el más adecuado para el contexto.
De modo que en esta publicación te explicamos sobre los diferentes estilos de comunicación y específicamente abordamos la comunicación pasiva, agresiva y asertiva gracias a los conocimientos de nuestro especialista, Jesús Lasanta:
1. Comulación pasiva
La comunicación pasiva tiene mucho que ver con la postura corporal que asume el interlocutor y es que lo más común es que se exprese cierto grado de sumisión frente a lo que dice la otra persona. Así como también lo que representa ese individuo para la vida de quien intenta comunicarse. Por ejemplo, los hombros inclinados hacia delante con la espalda curvada es una imagen corporal muy distintiva de la comunicación pasiva dentro de los diferentes estilos de comunicación.
Es bastante frecuente que dentro de la comunicación pasiva el interlocutor también maneje un tono de voz muy suave. Incluso es posible que no responda ante determinadas preguntas y opiniones, siempre por el temor a ofender al otro interlocutor.
De hecho, lo más común es que una persona que está acostumbrada a preferir la comunicación pasiva dentro de los diferentes estilos de comunicación, elija mostrar conformidad. Esto incluso cuando se produce una confrontación que lo afecta personalmente.
Cuando una persona se acostumbra por demasiado tiempo a elegir un estilo de comunicación pasivo empieza a tener problemas de autoestima. Lo cual de cierta forma puede escalar hacia un estilo de comunicación más complejo, que viene siendo el agresivo.
2. Comunicación agresiva
Definitivamente, es un patrón de comportamiento que se debe frenar y evitar continuamente. Mantener una postura tensa, con el mentón elevado y el uso de un tono de voz fuerte con piernas separadas y brazos cruzados son elementos distintivos de este estilo de comunicación.
Interrumpir continuamente a la otra persona y restar importancia a sus opiniones suelen ser pasos iniciales dentro de una comunicación agresiva. Sobre todo esto puede escalar hasta un uso continuo y creciente de comentarios sarcásticos, irónicos e incluso hirientes hacia el otro interlocutor con tal de hacer prevalecer una idea sobre otra.
También es bastante común que las personas que apuestan por una postura agresiva dentro de los diferentes estilos de comunicación intenten convencer a la otra persona de que no está haciendo comentarios hirientes. Lo cual es un serio problema para aceptar que se está cometiendo un error y que es necesario cambiarlo para un mejoramiento personal.
3. Comunicación asertiva
Finalmente llegamos a la comunicación asertiva la cual es la más adecuada y recomendable dentro de los diferentes estilos de comunicación. Esta manera de hablar e interactuar con otros es la que se presenta cuando se asume un tono de voz estable y firme durante las interacciones.
Lo normal es que en la comunicación asertiva se mantenga un contacto visual moderado y apropiado dentro del contexto. También lo es que la postura corporal se mantenga abierta ante la otra persona mostrándole que lo que dice es interesante.
La comunicación asertiva está muy marcada por explicar y plantear las cosas desde una vivencia personal sin la necesidad de limitar lo que opina el otro o el cómo se siente ante lo que se dice. Lo más importante de todo dentro de la comunicación asertiva es darle el espacio a la otra persona para que se desarrolle de forma libre dentro de la conversación. Por ello no existen monólogos y no se acepta o no es adecuado que se interrumpa al otro interlocutor. Si tienes problemas para lidiar con tu manera de comunicarte y sientes que todo tiene un origen dentro de tu personalidad, entonces es buena idea que solicites la ayuda de un psicólogo para adultos. Estaremos encantados de acompañarte con las herramientas necesarias para que te desenvuelvas apropiadamente entre los diferentes estilos de comunicación.
